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Pescado fresco: cómo viaja del mar a tu mesa

Muy raramente nos detenemos a pensar la complejidad y esfuerzo humano y técnico que requieren muchas de las cosas que rodean nuestra vida y sin las cuales nuestro día a día sería por completo distinto. Una de ellas es el transporte de pescado fresco. Para que éste llegue a nuestra mesa, se necesita una suma de tecnología, eficiencia y coordinación humana sorprendentes. Te contamos a continuación como se realiza esta compleja y apasionante actividad.

1. Qué es pescado fresco

Si hablamos de pescado fresco, el producto no puede tener aditivos. De ser así, se convierte en “pescado transformado”, lo que ya constituye otra categoría a todos los efectos. Tampoco entra aquí, lógicamente, el pescado congelado. El de mayor calidad y naturalmente más caro, es el producto procedente de la pesca de cercanía, que se comercializa cada amanecer en las lonjas. Sin embargo, también es pescado fresco aquel que llega desde países lejanos como Chile e incluso Vietnam. Este género llega a las costas ya refrigerado, a temperatura de no más de cuatro grados centígrados y nunca menos de cero. Una tercera categoría dentro del propio pescado fresco es aquel procedente de las piscifactorías que, igualmente, llegan en perfecto estado de conservación a supermercados y pequeños comercios.

2. Embalaje en el transporte de pescado fresco

Por norma general, el pescado fresco se transporta en cajas isotérmicas envueltas en una lámina de espuma y una placa de hielo en gel, entre otros elementos. Es así como el género viaja largos kilómetros refrigerado por completo y sin necesidad de fuentes de frío artificiales. Como es obvio, la agilidad y coordinación es esencial en todo este proceso, para que el producto llegue en óptimas condiciones al lugar de venta y, por fin, a los hogares.

3. Una actividad muy regulada

Como todos los sectores de la alimentación, el transporte de pescado está sujeto a una estricta regulación en todas las fases de su producción y comercialización. Por supuesto, esta meticulosidad se hace extensible a la distribución del género. Puede decirse que, por las especiales características del producto y su breve durabilidad, la normativa es incluso más estricta y se aplica tanto a nivel nacional como desde la Unión Europea.

4. Cadena de frío: siempre la clave

El transporte de pescado es simple y complejo a la vez, puesto que se resume en un concepto del que muy a menudo hemos hablado en este blog: La cadena de frío. La clave de todo es que ésta se mantenga desde el momento en que el animal es pescado o retirado de la piscifactoría hasta que llega al lugar de comercialización, se trate de una pescadería o de una gran superficie.

5. Transporte urbano de pescado fresco

Para mantener la calidad del producto en el transporte urbano de mercancías por carretera, el pescado fresco necesita vehículos especialmente protegidos y de infalible capacidad de aislamiento de temperatura, como los vehículos multitemperatura. En la actualidad, el cliente dispone de tecnologías como la localización GPS de la mercancía y control remoto de la temperatura que redundan en una mayor seguridad de la carga.

El pescado fresco es uno de los productos que los vehículos multitemperatura de TLX transportan habitualmente para nuestros clientes. Somos tu transporte urbano de mercancías frigoríficas en el arco mediterráneo y en continuo crecimiento.

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