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Claves en el transporte de repostería

A menudo, cada vez que compramos una barra de pan o un artículo de bollería o pastelería, no somos conscientes de todo el trabajo que se esconde detrás. Llevar uno de estos productos a casa supone un complejo proceso en el que la higiene y la desinfección ocupan un puesto capital para garantizar la seguridad de los consumidores. En este artículo repasamos cómo funciona el transporte de este tipo de alimentos.

Materias

Como es de suponer, el viaje comienza mucho antes del reparto o el transporte propiamente. Muchas son las normas que fijan la elaboración del pan y los artículos de bollería. Una de ellas establece la lista de sustancias complementarias que se le puede añadir a la masa. Esta es mucho más corta de lo que podríamos imaginar: cacao, vainilla y especias; esencia de cítrico, grasas comestibles, harina de malta, harina de leguminosas (habas, guisantes, lentejas, judías, etc.) y de soja; huevos frescos o en polvo; gluten de trigo y, por último, agua potable.

El personal de reparto

El personal de distribución de pan y bollería, al igual que el encargado de la fabricación y la venta, debe cumplir una serie de obligaciones: Estar en posesión del carné sanitario pertinente; informar a su empresa inmediatamente si siente cualquier dolencia, síntoma o enfermedad; prohibición acometer actividades paralelas que puedan resultar contaminantes; prohibición de comer y fumar en el lugar de trabajo; cumplir las exigencias de limpieza e higiene… y otras más que dan una idea del alto control que envuelve la distribución en el sector.

El transporte

En el transporte de los productos de bollería los requisitos no son menores: Aquellos alimentos no envueltos deberán ir en el vehículo dentro de recipientes adecuados, por norma general cajas o cestas. El camión deberá contar, además, con dispositivos que impidan la contaminación desde el exterior. Evidentemente, los recipientes utilizados para llevar los alimentos en orden en el interior del transporte deberán estar en perfecta limpieza por dentro y por fuera.

Apertura sólo a la entrega

El vehículo que transporta productos de panadería, bollería o pastelería sin envasar debe permanecer cerrado en todo momento y sólo abrirse en la entrega. Las superficies deben ser metálicas y en ningún caso de tela o lona.

Desinfección

Cierto que vivimos tiempos de estrictos protocolos de desinfección. Sin embargo, para el sector de la alimentación y logístico siempre ha sido así: Los vehículos de transporte de pan están obligados a una limpieza y desinfección continua, y deben estar dedicados exclusivamente a estos productos. No podrán destinarse a mercancías distintas de forma paralela.

Entre los productos que TLX habitualmente transporta figuran los de bollería y pastelería. Contamos con los mejores vehículos multitemperatura para llevar tu producción a su lugar de destino.

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